A Letter from the Founder

I know how deeply situations shape the way we live, work, and show up.

Not just the big moments—but the quiet accumulations. The losses we don’t get time to grieve. The systems that ask more of us while offering less protection. The roles we step into out of necessity, not choice.

For many women—and especially women of color—self-care is not a luxury. It is not an aesthetic. It is not something you add once everything else is handled.

It is how you survive.

We carry disproportionate weight. At work. At home. In our bodies. In our silence.

We are often praised for resilience without being offered rest. Celebrated for strength without being given safety. Expected to adapt, endure, and perform—again and again.

The Art of Drinking Water was created as a response to that reality.

Not as a solution. Not as a productivity tool. But as a place to pause.

Here, self-care is not about fixing yourself. It’s about listening to what has been asking for your attention for a long time.

It’s about recognizing that exhaustion, grief, anxiety, and doubt are not personal failures—they are signals. And when we learn to respond to them with gentleness instead of judgment, something begins to soften.

This space exists for women who are tired of proving their worth through endurance. For women who have been navigating systems that were never designed to hold them fully. For women who are learning how to stay connected to themselves while still showing up in the world.

You don’t have to be healed to be here. You don’t have to be certain. You don’t have to explain yourself.

You are welcome as you are—tired, becoming, grieving, hopeful, unsure.

The practice of drinking water is simple by design. It’s a reminder that care doesn’t have to be complicated to be real. That tending to yourself, sip by sip, is not indulgence—it is wisdom.

If you find yourself here, I trust that something in you knows why.

Take your time. Read slowly. Rest when you need to.

This work exists to support you—not by asking more of you, but by offering a place to set things down.

With care,
Tamika Atkins
Founder, The Art of Drinking Water

Sé lo profundamente que las situaciones moldean la manera en que vivimos, trabajamos y nos presentamos ante el mundo.

No solo los grandes momentos, sino las acumulaciones silenciosas. Las pérdidas para las que no tenemos tiempo de hacer duelo. Los sistemas que nos exigen más mientras nos ofrecen menos protección. Los roles que asumimos por necesidad, no por elección.

Para muchas mujeres—y especialmente para mujeres de color—el autocuidado no es un lujo. No es una estética. No es algo que agregas cuando todo lo demás está resuelto.

Es cómo sobrevives.

Cargamos un peso desproporcionado. En el trabajo. En casa. En el cuerpo. En el silencio.

A menudo se nos aplaude la resiliencia sin ofrecernos descanso. Se celebra nuestra fortaleza sin darnos seguridad. Se espera que nos adaptemos, aguantemos y rindamos—una y otra vez.

The Art of Drinking Water fue creado como respuesta a esa realidad.

No como una solución. No como una herramienta de productividad. Sino como un lugar para pausar.

Aquí, el autocuidado no se trata de arreglarte. Se trata de escuchar aquello que lleva mucho tiempo pidiendo tu atención.

Se trata de reconocer que el agotamiento, el duelo, la ansiedad y la duda no son fallas personales—son señales. Y cuando aprendemos a responderles con ternura en lugar de juicio, algo empieza a suavizarse.

Este espacio existe para mujeres cansadas de demostrar su valor a través de la resistencia. Para mujeres que han estado navegando sistemas que nunca fueron diseñados para sostenerlas por completo. Para mujeres que están aprendiendo a mantenerse conectadas consigo mismas mientras siguen apareciendo en el mundo.

No tienes que estar “sanada” para estar aquí. No tienes que estar segura. No tienes que explicarte.

Eres bienvenida tal como estás—cansada, en proceso, con duelo, con esperanza, sin certeza.

La práctica de beber agua es simple a propósito. Es un recordatorio de que el cuidado no tiene que ser complicado para ser real. Que cuidarte, sorbo a sorbo, no es indulgencia—es sabiduría.

Si has llegado aquí, confío en que algo dentro de ti sabe por qué.

Tómate tu tiempo. Lee despacio. Descansa cuando lo necesites.

Este trabajo existe para apoyarte—no pidiéndote más, sino ofreciéndote un lugar para soltar lo que cargas.

Con cariño,
Tamika Atkins
Fundadora, The Art of Drinking Water